La modificación genética en humanos ha tenido un rápido y significativo desarrollo en los últimos años, haciendo cada vez más real el tratamiento de ciertas enfermedades, y la modificación de nuestra descendencia. Ello abre una serie de interrogantes éticas, tales como: ¿Es moralmente correcto que elijamos los rasgos físicos –y psicológicos en el caso de ser posible– de nuestra descendencia? ¿Se vulnera la libertad y dignidad humana de las personas cuando son modificadas genéticamente antes de nacer? ¿Qué consecuencias tendrán estas tecnologías a nivel social, conducirá a clases sociales aún más divididas cuando los más aventajados económicamente comiencen a mejorar los genes de su propia descendencia? ¿Estaremos obligados moralmente a curar o corregir embriones humanos deficientes? ¿La edición genética podría conducir a nuevas formas de discriminación cuando ciertos genes son calificados positivamente y otros negativamente? ¿Podría conducir a una eugenesia? ¿Acaso el uso de estas tecnologías es bueno y debiese permitirse?
En resumen, por modificación o edición genética se entiende la alteración de una determinada secuencia de ADN: la secuencia es cortada en un punto específico –con la ayuda de CRISPR/Cas9 – y así nuevas secuencias de ADN pueden ser introducidas. La tecnología CRISPR/Cas9 ha permitido hacer cosas que antes eran impensables, como eliminar o introducir secuencias de ADN, alterando así el genoma de cualquier célula –tanto de células adultas como de células embrionarias–. Los usos de la manipulación del genoma humano suelen ser tres: para tratar una enfermedad existente; para evitar una enfermedad genética; y para biomejorar al ser humano. Esto último abre una puerta gigantesca hacia lo que se denomina la “ingeniería”, “creación” o “diseño” de humanos con ciertos rasgos genéticos que son seleccionados específicamente.
Uno de los grandes desafíos técnicos que enfrenta la modificación genética en embriones, es que, al intentar modificar un gen, se pueden alterar otros genes, lo cual puede traer repercusiones impredecibles y altamente no deseadas. Como explica Molteni, “eliminar un gen llamado PCSK9, por ejemplo, reduce significativamente el riesgo de un ataque cardíaco. Genial, ¿verdad? Pero también aumenta la probabilidad de la diabetes. Las compensaciones por otros genes menos estudiados podrían ser aún más impredecibles” (Molteni, 2019).
Ahora bien, durante el mes de junio se han publicado tres estudios que señalan que la modificación genética en embriones humanos no solo puede producir alteraciones no buscadas en genes que se encuentran alejados de aquel que se busca modificar, sino que incluso puede provocar alteraciones no deseadas en zonas cercanas al objetivo. Muestra de ello es la investigación del Francis Crick Institute en Londres, quienes utilizaron CRISPR/Cas9 “para crear mutaciones en un gen (POU5F1) que es importante para el desarrollo embrionario. De 18 embriones que fueron editados, 22% contienen cambios no buscados que afectaban varias zonas que rodean al gen POU5F1. Estos cambios incluyeron la desaparición de letras químicas del ADN y otros cambios (rearrengements)” (Lafferriere, 2020). Un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia también utilizó esta tecnología para corregir una mutación en el gen EYS2 en embriones, mutación que produce la ceguera, y cerca de la mitad de los embriones “perdieron largos segmentos del cromosoma, o incluso el cromosoma entero, en el que ese gen está situado” (Lafferriere, 2020).
A pesar de esta nueva evidencia, nada impide que en el futuro se puedan efectuar modificaciones genéticas de manera segura y efectiva. La ciencia está avanzando a pasos agigantados, y son muchos quienes aportan a tal disciplina. Es probable que la técnica se siga a superando y perfeccionando –tal como a ocurrido hasta ahora–, por lo que es fundamental reflexionar en torno a las diversas problemáticas éticas, sociales, jurídicas y políticas que se podrían seguir de su implementación. Resulta que la modificación genética abre paso a lo que se denomina como la “evolución diseñada”: uno de los proyectos más ambiciosos de nuestra historia, proyecto que busca transformar la naturaleza humana y con ello, moldearla a su medida.
Colomba Molina Schmidt
Crédito Imagen: Publicada en sitio TekCrispy
Referencias:
Lafferriere, J. N. (2020). “Estudios señalan problemas en la edición genética de embriones humanos” Centro de Bioética. 29 de junio. Recuperado de: https://centrodebioetica.org/estudios-senalan-problemas-en-la-edicion-genetica-de-embriones-humanos/
Alanis-Lobato, G. et al. (2020). “Frequent loss-of-heterozygosity in CRISPR-Cas9-edited early human embryos”. Preprint en bioRxiv. Doi: https://doi.org/10.1101/2020.06.05.135913
Zuccaro, M. V. et al. (2020). “Reading frame restoration at the EYS locus, and allele-specific chromosome removal after Cas9 cleavage in human embryos” Preprint en bioRxiv. Doi: https://doi.org/10.1101/2020.06.17.149237
Molteni, M. (2019). “Crispr Gene Editing Could One Day Cut Away Human Pain”. Wired. 29 de marzo de 2019. Recuperado de: https://www.wired.com/story/crispr-gene-editing-could-one-day-cut-away-human-pain/.