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Actualidad

Mirada se centra en Ucrania por vientres subrogados en medio de la Pandemia

12 de junio de 2020
Útero Subrogado en Ucrania.

El Coronavirus ha ocasionado una serie de problemas, afectando industrias que poco o nada tienen que ver con el virus. La industria de subrogación o vientre de alquiler es una de las afectadas, y su caso más polémico, es el de Ucrania, país en donde el comercio de vientre de alquiler es legal y relativamente barato. Cerca de 500 parejas viajan todos los años a Ucrania en busca de un vientre para gestar a sus hijos. Una de las grandes ventajas que ofrece este país, es que aceptan a extranjeros y que los reconocen como los padres biológicos.

A raíz de la crisis sanitaria, las fronteras del país fueron cerradas, lo cual condujo a que muchos padres no pudieran ingresar al país en busca de sus hijos. Como bien afirma Michael Cook, “las agencias de subrogación se quedaron literalmente cargando al bebé” (Cook, 2020). Una de las agencias más reconocidas del país, BioTexCom, publicó un video que muestra la situación de los recién nacidos, y el modo en el cual son cuidados, con la finalidad de calmar a los padres desesperados que no lograban ver a sus hijos. En el video se muestra a niños de diferentes países –España, Estados Unidos, Italia, China, Chile, Argentina, Alemania, Romania, y México son algunos de ellos–, cuyos padres genéticos aún no lograban conocer. En la actualidad, después de semanas de espera, “11 parejas de Argentina y España se unieron alegremente con sus nuevos familiares. Fue un primer paso para reducir la acumulación de bebés nacidos en la industria de la maternidad subrogada de Ucrania durante la pandemia que, según algunos funcionarios, podría llegar hasta 1.000” (Varenikova, 2020).

Lo ocurrido vuelve a poner el foco en la industria de la subrogación, y las preguntas éticas que este negocio plantea, como la mercantilización de los cuerpos de las mujeres, los derechos de los niños, la explotación de mujeres de escasos recursos en transacciones comerciales, entre otras.

Se tiene evidencia de que gran parte de las mujeres que participan de estos procedimientos se encuentran en una situación de vulnerabilidad –no solo económica, sino que incluso en términos de salud mental–. De hecho, La Strada, ONG que se encarga de combatir el tráfico de personas en Europa, en especial de mujeres y niños, afirma recibir cerca de 100 llamados al año de madres sustitutas que buscan ayuda. En muchos casos, “las mujeres están molestas por tener que entregar al bebé, dijo Maryna Lehenka, directora legal del grupo, indicando un «apoyo psicológico insuficiente para las mujeres que entran en programas de subrogación».” (Varenikova, 2020). Además, ya han ocurrido casos bastante problemáticos en donde los padres que pagan por que su hijo nazca, deciden abandonarlo una vez nacido –cuando se enteran de que tiene alguna forma de enfermedad o discapacidad, por ejemplo– (Hawley, 2019).

Ahora bien, además se tiene evidencia de que existen numerosas mujeres que aprecian el pago que se les ofrece por tener a estos niños, el cual les permite estudiar o sacar adelante a sus familias. A ello se le suma el hecho de que muchas aprecian tener la oportunidad de ayudar a parejas que no pueden tener hijos por su cuenta (Varenikova, 2020). También, la subrogación permite que la reproducción de individuos que no pueden hacerlo de manera natural.

Sin embargo, cabe preguntarnos si es verdaderamente bueno que existan estas industrias de gestación subrogada, industrias que básicamente se dedican a vender niños explotando los cuerpos de otras mujeres. Dicho de otro modo, ¿es éticamente correcto que algunos se aprovechen de la necesidad de otros –de aquellos que no pueden reproducirse–, generando una verdadera industria de niños que hace uso del cuerpo de mujeres –en su mayoría jóvenes y vulnerables– quedándose con gran parte de las ganancias?

Colomba Molina Schmidt

Crédito de la Fotografía: Shutterstock

Sugerencia: Video de la agencia BioTexCom: “Surrogacy: babies are waiting for their parents” https://www.youtube.com/watch?v=xPdRx_L96C0

 

Referencias:

Cook, M. (2020). “Surrogacy nightmare in Ukraine”. BioEdge. 16 de mayo de 2020. Recuperado de: https://www.bioedge.org/bioethics/surrogacy-nightmare-in-ukraine/13433

Varenikova, M. (2020). Ukraine’s Backlog of Babies Born to Surrogates Begins to Ease”. New York Times. 10 de junio de 2020. Recuperado de: https://www.nytimes.com/2020/06/10/world/europe/ukraine-coronavirus-surrogate-babies.html

Hawley, S. (2019). Damaged babies and broken hearts: Ukraine’s commercial surrogacy industry leaves a trail of disasters. ABC News. 19 de agosto del 2019. Recuperado de: https://www.abc.net.au/news/2019-08-20/ukraines-commercial-surrogacy-industry-leaves-disaster/11417388

 

 

 

 

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