Luego de un receso hemos vuelto a Bioéticalab y con motivo de nuestro regreso queremos presentarles algunos de los temas bioéticos más relevantes que se han desarrollado durante el 2021.
Una de las cuestiones más controversiales del 2021 fue la geoingeniería: se trata de intervenciones ambientales en las que, mediante la tecnología, se intenta modificar y controles el clima y otros fenómenos geofísicos, con el motivo de luchar contra el cambio climático. Una de las iniciativas más polémicas fue la de fertilizar el mar arrojando hierro. Esto produce la proliferación aumentada de una microalga que al ascender a la superficie absorbe grandes cantidades de CO2 y, una vez que muere, se asienta en el fondo marino, dejando sepultado al gas de efecto invernadero. Se ha criticado que se desconoce los efectos de esta fertilización en el resto de la flora y fauna marina, además, esto seguiría yendo en la línea de la modificación de los ecosistemas por parte del ser humano, que según muchos es, precisamente, el origen del problema. Sin embargo, también puede afirmarse que no todas las intervenciones ambientales son necesariamente malas.
Y a esto se añade otra propuesta, aparentemente menos invasiva, pero no menos curiosa. Se trata de aplicar un compuesto en las nubes que las hace más reflectantes, de tal manera que producen una especie de ‘pantalla solar’ que podría, teóricamente, disminuir las temperaturas al producir más sombre.
En cuanto a desarrollos biomédicos, probablemente uno de los avances importantes es que, por fin, se decodificó completamente el genoma humano. El proyecto anterior de principios del 2000, The Human Genome Project, todavía carecía de algunas cadenas de ADN que fueron completadas 20 años después. Esto parece darnos la llave completa de la genética humana. Esto va en línea precisamente con dos otras cuestiones relevantes: científicos lograron recrear en laboratorio los primeros estadios del desarrollo embrionario y, además, el límite de experimentación con estas estructuras que, hasta ahora, era de 14 días de desarrollo embrionario, fue extendido a más días por la Sociedad Internacional para la Investigación de Células Madre (ISSCR).
En cuanto a avances tecnológicos siguen llamando profundamente la atención los avances en la inteligencia artificial. Recientemente ha comenzado a ganar mucha notoriedad en redes sociales el fenómeno de los deepfakes: imitaciones digitales casi indistinguibles de la persona original, tanto visualmente como en la voz, generados por IA. Estos pueden ser usados para recrear a un actor fallecido hasta, incluso, la realización de crímenes que requieran de suplantación de identidad. Las implicaciones de esto son profundas, dado que podrían ponerse palabras que nunca existieron en personas con mucha autoridad, generando consecuencias políticas graves.
Pero quizás una de las transformaciones más importantes hacia la que se está dirigiendo la tecnología es la de la fusión entre humanos y entidades artificiales a un nivel no visto anteriormente: este año, podría comenzar la integración de los circuitos de Neuralink con el sistema nervioso humano. Este fenómeno, en el que la combinación de entidades llega a ser más íntima (distinto a una mera prótesis, como una placa de titanio o un marcapasos), la nueva entidad manifiesta funciones y capacidades tanto de la máquina como del ser humano. Esto podemos llamarlo “hibridación humano-máquina”. Si Neuralink es o no un caso de hibridación es difícil de determinar, pero sí sabemos que es un paso hacia la integración de IA y ser humano más íntima que nunca. Otro tipo de experimentos recientes han demostrado también esta tendencia a la hibridación, como es el caso de dishbrain: se trata de pequeños organelos cerebrales hechos en laboratorio que son conectados a los típicos chips de silicio, produciendo un nuevo tipo de circuito híbrido entre neuronas humanas e inteligencia artificial.
Sin embargo, la puerta a la hibridación que ha abierto la tecnología no solo se queda en la combinación humano máquina, sino que también tiene un alcance interespecie: mediante la hibridación entre ser humano y otras especies animales. Este año fue posible desarrollar órganos humanos para trasplantes dentro de cerdos, es decir, estos cerdos acarrean órganos humanos. Si bien no manifiestan sus funciones, hasta ahora no había un grado de combinación tan íntimo entre especies, incluyendo al ser humano. Sin embargo, ya se están evaluando éticamente estudios en los que, eventualmente, podrían añadirse células neuronales humanas en otros primates.
Todo esto parece mostrar que la hibridación es uno de los temas recientes que más transformaciones podría producir al largo plazo en la condición humana. Supone, por un lado, la llegada del ciborg, híbrido entre ser humano y máquina y, por otro, la quimera, el híbrido entre distintas especies. Quizás, en un futuro lejano, el humano puro, sin mezcla ¿Podría quedar en el pasado?
Fuentes:
https://bioeticalab.uc.cl/dishbrain-cerebro-ciborg-que-combina-ia-y-neuronas-humanas/
https://bioeticalab.uc.cl/el-ataque-de-los-deepfakes/
https://bioeticalab.uc.cl/cientificos-por-fin-decodifican-completamente-el-genoma-humano/
https://bioeticalab.uc.cl/cientificos-crean-hibridos-humano-mono/
https://bioeticalab.uc.cl/neuralink-se-implantara-en-cerebros-humanos-en-2022/
Créditos Imagen: BBC